Descripción
Pendientes en plata de Ley con emblema de nudo de bruja.
Cierre con tornillo.
El nudo de bruja es un excelente amuleto protector formado por dos poderosos símbolos entrelazados, el círculo, símbolo universal de la vida, el universo y las cosas eternas, y el nudo de cuatro esquinas, gaélico, representa las cuatro estaciones, a los cuatro Dioses de las estaciones celtas, los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos. También actúa como escudo reflectante devolviendo el mal deseado a su origen.
Diseño primario y original del Nudo
En su versión más arcaica, el nudo consistía simplemente en dos o tres bucles entrelazados rotando sobre un eje central, como lo demuestran antiquísimos petroglifos.
Este sencillo diseño en espiral servía para representar ideas clave de cosmovisiones paganas, como el eterno ciclo del tiempo y la dualidad complementaria.
Evolución del diseño
Con el paso de los siglos, el nudo pagano evolucionó hacia diseños de cuatro y más bucles entrelazados, incorporando referencias a los puntos cardinales, estaciones del año, elementos naturales y conceptos similares.
Sin embargo, su significado esencial de unidad con los ciclos de la Madre Tierra permaneció intacto en estas versiones más elaboradas.
Significado del nudo de bruja original
El significado original del nudo de bruja en sus primeras versiones históricas se vincula a varios conceptos clave:
- Ciclicidad – Los bucles entrelazados sin principio ni fin representan los ciclos eternos de muerte y renacimiento en la naturaleza.
- Dualidad integrada – Los dos bucles simbolizan parejas de opuestos complementarios como día y noche, masculino y femenino.
- Totalidad – El nudo comunica una sensación de unidad, conexión y orden cósmico subyacente.
- Centro – El punto vacío en el centro del entrelazado evoca el misterio del origen invisible de la creación.
- Equilibrio – No hay jerarquía en el diseño, todos los bucles están en armonía.
- Protección – Su carácter cerrado inspiraba seguridad entre sus portadores paganos.
- Poder femenino – Era asociado a diosas madre como símbolo de fertilidad y sabiduría innata.
El nudo condensaba así conceptos clave sobre la fuente de la vida y el cosmos en una época en que estas ideas eran transmitidas mediante diseños simbólicos cargados de misticismo. Su significado primordial era expresar una cosmología naturalista y reverente hacia la Gran Diosa en sus diversas manifestaciones.
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